Cuantas veces nos hemos preguntado: ¿por qué a mi me duele más que a mis amigas cuando me llega el periodo? ¿podré mañana soportar la reunión de trabajo con el dolor de ovarios que tengo?¿por qué hay meses que mi dolor es incapacitante y otros que ni me entero de mi sangrado?
Lo primero es entender qué cambios se producen en tu cuerpo durante el ciclo menstrual normal de una manera anatómica-funcional.
FASE MENSTRUAL: Entre el 1º y 5º día: se produce el sangrado, debido a que se desprende el recubrimiento del útero al no estar embarazada asistido por la disminución de estrógenos y progesterona.
FASE POSTMENSTRUAL: Entorno al 5º y 12º día, comienza a madurar un nuevo óvulo debido a un aumento de hormonas femeninas para que el endometrio crezca.
FASE DE OVULACIÓN: El óvulo abandona el ovario. En torno al día 14 se considera el mejor momento de fertilidad del ciclo.
FASE PREMESTRUAL: días El óvulo se desplaza hacia el útero aumentando a su vez las paredes uterinas hasta llegar al día 28.
Para que estas fases sean normales, se necesita una buena integridad de coordinación entre el hipotálamo (cerebral), la hipófisis (glándula pituitaria) y la glándula suprarrenal; Ya que este eje es el encargado de la interacción entre hormonas, glándulas y elementos del cerebro que se relacionan en el automatismo de este ciclo menstrual.
¿Por qué aparece la DISMENORREA?
Existen dos tipos de dismenorrea: Aquella que ocurre durante la menstruación, denominada primaria; y el segundo tipo es la dismenorrea secundaria, producida por una patología ginecológica como la endometriosis, quistes, miomas o aparatos de compresión uterina tipo DIU.
Algunos estudios sugieren que el prototipo de mujer fumadora, joven, con mala alimentación, que abusa mucho de estimulantes tipo cafeína y chocolate, estresada o deprimida y que ha tenido la menarquía antes de los 11 años es propensa a padecer dismenorrea.
Durante la fase menstrual se producen contracciones de las paredes uterinas para ayudar a su expulsión, promovido por las hormonas. Esto provoca que se limite el aporte de sangre y oxígeno al útero debido a la compresión de los vasos sanguíneos, lo que puede desencadenar dolor.
Debido a ello, se produce una respuesta inflamatoria de la zona, provocando la respuesta dolorosa y afectándose la musculatura y fascia de la región pélvica.
Por otro lado las hormonas que se liberan, en especial la prostaglandina, potencia la sensación de dolor que percibimos a nivel cerebral, influyendo en nuestro bienestar.
Por problemas de riñón, ya que están íntimamente relacionados por la glándula suprarrenal y conformando el aparato genitourinario. Así mismo el dolo ovárico lo asociamos normalmente a llevarnos las manos a nuestros riñones, ya que se puede irradiar hacia dicha zona.
Los problemas psicos también tienen su papel en el aumento del dolor, debido a que nuestro estado previo al sangrado, debido a la conexión del eje HHA que hemos explicado antes relaciona nuestro estado cerebral con el renal, y de ahí al genitourinario.
¿Qué cosas puedo hacer en función de la fase en la que me encuentre?
-del 1º al 5º–Nos encontramos en fase de sangrado, por lo que tendremos menos oxigenación, no realizar actividades que requieran de aumento cardio o respiratorio. Buena alimentación con propiedades antiinflamatorios, y descansar bien, al igual que estiramientos suaves articulares.
-del 6º al 13º–son buenos para iniciar una dieta ya que gracias a los estrógenos nos encontramos con más energía. Al mismo tiempo se potencia nuestro libido y se potencian la posibilidad de aumento de orgasmos.
-del 15º al 28º–ejercicios para quemar ese exceso de protaglandinas, aun que moderados si tenemos problema secundario tipo tensionales.
A todos esto debemos añadir que le dolor pélvico en función de la mujer puede venir asociado a otros síntomas como dolores lumbares, vómitos, disminución de la presión arterial, dolor de cabeza, retención de líquidos y por consiguiente pesadez de piernas.
¿Qué aplicaciones tiene la fisioterapia?
Tradicionalmente las mujeres que sufrían de dismenorrea, recurrían a fármacos, pero cada vez son más las mujeres que amplían la posibilidad de realizar otras aplicaciones para la disminución de los síntomas. Aquí es dónde entra el papel del fisioterapeuta y sus múltiples beneficios como:
-Radiofrecuencia INDIBA: el tratamiento de la dismenorrea con radiofrecuencia INDIBA es realmente efectivo. Accede a los tejido más profundos para disminuir las tensiones en la cavidad pélvica y disminuye considerablemente la inflamación durante esos días.
–Vendaje neuromuscular: aplicaicón del kinesiotaping para la disminución del dolor menstrual.
–Masoterapia en zona lumbar y bajo vientre, para la disminución de la inflamación.
–Osteopatía craneal: para ayudar a reinstaurar el eje HHA (hipotálamo-hipófisis-adrenal).
–Terapia Miofascial: Liberar las tensiones fasciales.
–Osteopatía Visceral: Estiramiento y movilización visceral para un correcto funcionamiento y evitar daños secundarios por malposicionamiento visceral.
–Ejercicios de suelo pélvico para ayudar a la relajación de la zona.
Es importante destacar que cada mujer es única, al igual que cada óvulo, ya que se estudia que hay un factor ambiental, genético y externo que puede afectar a nuestro ciclo. Lo que nos abre a contestar a las preguntas del inicio:
¿por qué a mi me duele más que a mis amigas cuando me llega el periodo? : Porque cada una es distinta, y tus factores internos o estilo de vida te puede estar provocando este dolor ante la menstruación.
¿podré mañana soportar la reunión de trabajo con el dolor de ovarios que tengo?: La dismenorrea es tratable.
¿por qué hay meses que duele incapacitante y otros que ni me entero de mi sangrado?: Puede ser debido a que hayas realizado más o menos actividad física, o pases por un buen momento anímico, o simplemente por que tu desgaste endometrial es mayor en un ovario que en otro, o posibilidad de quistes homolateral.
Si tienes cualquier no dudes en consultarlo con tu ginecólogo, aunque recuerda que durante el periodo lo normal es sentir molestias pero no dolor o dolor incapacitante.
En FISAREA también recomendamos realizar una valoración UROGINECOLÓGICA en estos casos para descartar otras posibles causas musculoesqueléticas de la DISMENORREA que padeces.